Costo energético de la revolución informática
Querida Amalia: Me dirijo a ti para llamar la atención sobre un aspecto de la revolución informática que suele pasar inadvertido a los no iniciados: me refiero a su costo energético. Sin ir más lejos, una conocida autoridad autonómica hubo de arrepentirse de la adquisición de un potente ordenador cuando descubrió que generaba una factura de electricidad de varios millones de pesetas mensuales. En efecto, los microprocesadores son cada día más rápidos, pero están llegando a un consumo de potencia tan grande que hace que peligre el aumento de velocidad en el futuro, y, por otra parte, Internet se ha hecho tan popular que el consumo global de potencia eléctrica de todos sus componentes juntos es ya una parte significativa