Cuba reinterpretada
«Veinte años no es nada», decía Gardel, pero no fue así para Huber Matos, legendario comandante de la Sierra Maestra. En octubre de 1959, Matos presentó a Fidel Castro su renuncia por la ascendencia que el Partido Socialista Popular (comunista) venía cobrando en las filas revolucionarias. La acción de pedir su regreso a la vida civil le costó ser arrestado, juzgado y condenado a veinte años por «traición». Nunca, sin embargo, instó a sus tropas a la sedición, si bien contaba con suficiente autoridad y renombre para haberlo hecho con éxito. Su intención era, sencillamente, alertar al pueblo cubano de lo que sucedía tras el telón del comandante en jefe y la revolución, ambos entonces en pleno esplendor. En octubre