El bricolaje de la relatividad
Las musas siempre te pillan trabajando, dicen quienes no ven contradicción entre la genialidad y la constancia. Pero Galison, acostumbrado a huir de los tópicos recibidos y a tratar en sus escritos con sabios de muchos quilates, diría que la expresión es confusa y conformista, a menos que ahondemos en lo que encierra la palabra trabajo. Para Galison, profesor de física e historia de la ciencia en Harvard, los gestos contemplativos, sociópatas y tecnófobos deben espantar a las diosas, porque lo que encuentran las musas cuando vienen a socorrer a un científico –nos dice el historiador– es a alguien manipulando cosas, trasteando objetos, recolocando términos, negociando significados o conectando aparatos. Pensar, sin duda, es algo más manual que cerebral y