Gloria Naylor
Que Gloria Naylor naciera en Nueva York, en 1950, no fue una casualidad. Su madre, una mujer cuya avidez de lectura no podía satisfacerse en las bibliotecas públicas de Mississippi por el color de su piel, tomó la decisión. Embarazada de ocho meses, se trasladó al Norte para dar a luz a su hija en un lugar en el que sus descendientes pudieran, al menos, leer. Y así fue como Gloria Naylor creció en Nueva York y se educó en un ambiente que rezumaba costumbres sureñas. Rodeada de mujeres que narraban historias del Sur, se impregnó de la riqueza del lenguaje y del folclore afroamericano. Los cambios sociales de la década de los años sesenta le abrieron las puertas a