
La violencia de entreguerras
Nunca en la historia de Occidente se ha derramado tanta sangre por motivos políticos como en la convulsa época entre las dos guerras mundiales. En muchos espacios europeos no existieron unas fronteras claras entre paz y conflicto armado desde 1914 hasta 1945, de modo que algunos analistas han bautizado esta etapa como «guerra civil europea» o «segunda guerra de los treinta años», la matriz de una «era de los extremos». Las causas de semejantes niveles de violencia han sido el santo grial que varias generaciones de historiadores se han esforzado por encontrar, legándonos una enorme cantidad de libros y trabajos sobre temas terribles y fascinantes, como el ascenso del fascismo, las políticas genocidas o la furia revolucionaria. Cada vez resulta más difícil decir algo nuevo acerca de ese pasado no tan lejano que aún amenaza con volver, pero al mismo tiempo es abrumadora la necesidad de revisitarlo, no sólo para no olvidar, sino también para escudriñar con mirada científica y desapasionada unos procesos históricos que nos enseñan mucho sobre la naturaleza de nuestra modernidad.