
Inteligente y artificial
Muchos economistas estamos interesados en la capacidad del cambio tecnológico para aumentar la productividad de los sistemas productivos existentes y facilitar la aparición de nuevas industrias. Medimos dicha productividad de varias formas, analizamos los incentivos e instituciones –mercados, aparato legal, infraestructuras– que la aumentan y nos llevamos las manos a la cabeza cuando creemos que se estanca o disminuye.