Sara elige la India
Mi respuesta no debe ser menos clara por mucho que en otras circunstancias hubiera podido ser distinta. Los días de nuestro encuentro en Madrid fueron felices pero breves y podrían haber sido el punto de partida de una historia con otro desenlace. Si yo hubiera vuelto a Madrid y tú no te hubieras ido a Norteamérica, tal vez nuestras vidas hubieran tomado rumbos compatibles, pero yo no te he tenido en mis pensamientos, en el sentido que tú usas esos términos, entre otras razones porque una corriente irreversible me ha empujado hacia una órbita que no me parece que pueda coincidir con la tuya en algún momento futuro. Tengo un vivo recuerdo de aquellos días felices, pero una fuerza superior a la atracción que pudiera haber sentido hacia ti me requería ya sin que yo lo supiera.