
Los peligros de la desigualdad
Pocos se atreverían hoy en día a negar la actualidad y relevancia de la idea y las consecuencias de la desigualdad en las sociedades democráticas cuyas economías se rigen por los principios del libre mercado. Es más, alguien afirmó hace muchos años que la igualdad y la justicia son los dos grandes rasgos característicos de la democracia y un nutrido plantel de filósofos, juristas, economistas y politólogos se han esforzado en discutir y confirmar esa afirmación. Prueba de ello es que en el último tercio del siglo pasado aparecieron dos grandes obras que sentaron, en mi opinión, las bases sobre las que hoy seguimos discutiendo fructíferamente a propósito de la igualdad como condición sine qua non del buen funcionamiento de la democracia: en 1971, John Rawls publicó su A Theory of Justice y, diecinueve años después, Ronald Dworkin dio a la imprenta Sovereign Virtue. The Theory and Practice of Equality.