
Genes de raza
La convicción de que el grupo propio es a toda luz superior al ajeno debe de ser casi tan antigua como el hombre, pero los intentos de justificar esta pretensión revistiéndola de un cierto barniz científico son relativamente recientes. Así, en la décima edición del Systema Naturæ (1758), Linneo añadía a los distintivos físicos de las cuatro variedades en que clasificó a la especie Homo sapiens los pertinentes a su condición moral, gobernada por las leyes en el caso de los críticos e inventivos Europaeus, regida por la reputación en los adustos y melancólicos Asiaticus, tiranizada por el capricho en los flemáticos y perezosos Afer, o dominada por la rutina en los coléricos e inconstantes Americanus.