Bichos raros
Agotadas las discusiones sobre el teatro del absurdo –quién pertenece al club, quién garantiza la pertenencia, hasta qué punto el club siquiera existe–, el dramaturgo franco-rumano Eugène Ionesco perdura como uno de los grandes alegoristas del pasado siglo. Casi todas sus obras, como notó en su momento Martin Esslin, elaboran una única imagen poética, una metáfora dominante.