El compositor irreductible
Crear PDF de este artículo. «Desconfiemos del arte: a menudo sólo es virtuosismo» ERIK SATIE La historia de la música es una pesada carga. Y, entre los modos de aligerarla, destaca el hábito de conferir a los grandes compositores una significación: Beethoven, o el destino llamando a la puerta; Mozart, o la divina perfección; Mahler, o la neurosis: en fin, para qué seguir. Sin embargo, por más perversa que sea esta manía, se hace difícil asimilar al canon a nuevos compositores si no contamos con su simplificadora metáfora. Erik Satie ha sido, a lo largo del siglo XX, un creador en busca de tal metáfora, y uno de los más irreductibles a esa búsqueda. De hecho, parece que esa