1 octubre, 1998
Crear PDF de este artículo. El chileno Luis Sepúlveda es uno de los autores hispanoamericanos más populares de la actualidad. Su novela Un viejo que leía novelas de amor, que va por la edición número 38, ha sido traducida a catorce idiomas y acaba de ser comprada por Jean-Jacques Annaud para su adaptación al cine. Su cuento «para jóvenes de 8 a 88 años» Historia de una gaviota y del gato quele enseñó a volar fue uno de los diez libros más vendidos el año pasado en Italia. Ese mismo año, la Rai compró los derechos de Mundo delfin del mundo para realizar un telefilme en dos capítulos. Las razones de este éxito no resultan difíciles de rastrear. Las historias
Crear PDF de este artículo. Jaime Campmany acaba de publicar El pecado de los dioses, lo que, según él, le permite decir que «a la vejez, novelas». Sin embargo, junto a ésta, y gracias a un mecanismo hoy frecuente en un mercado literario que parece haber descubierto la eficacia del «dos por uno», ha aparecido también Jinojito el lila, publicada por primera vez en 1977 y recuperada ahora aprovechando el tirón. Veinte años separan las dos novelas de Jaime Campmany. Y esos veinte años, entretenidos en hacer oficio y demostración de sus habilidades con la pluma, marcan también la evolución hacia una idea de lo literario que, subyacente ya en Jinojito el lila y avalada ahora, en El pecado de
Crear PDF de este artículo. Uno de los rasgos que definen los períodos históricos es su forma de enfrentarse con la antigüedad, el modo de comprenderla y de medirse con ella. Esta respuesta tan variada incluye la interpretación de los mitos. Al estudio de esta clase de relatos y de sus continuas recreaciones se han dedicado estudiosos de diversas tendencias y especialidades, porque el mito es una clase de saber que no puede encerrarse en una única disciplina. El mito atraviesa las fronteras entre las distintas áreas de las humanidades, sea filosofía, antropología o literatura, e invade y fecunda sus territorios. Los mitos han inspirado celebraciones y cultos y han estado unidos a un estricto sentido religioso. Al perderlo, el
Crear PDF de este artículo. Resulta sorprendente que, desde las últimas investigaciones sobre Joaquín Costa, no se haya avanzado demasiado en la correcta comprensión de los demás autores regeneracionistas. Salvo contadas excepciones, como la monografía de Sisinio Pérez Garzón sobre Luis Morote (1976), las aportaciones de Carlos Serrano o los trabajos de J. Gómez Mendoza y Nicolás Ortega sobre geografía y regeneracionismo, apenas contamos con estudios serios y debidamente contextualizados en este sentido. A diferencia del gran interés que han suscitado otros autores u otros aspectos del 98 y de la época de fin de siglo en España, los escritores regeneracionistas siguen siendo víctimas de un cierto olvido, o de lo que aún es peor, de tópicos y malentendidos recurrentes.
Crear PDF de este artículo. El relato autobiográfico de aprendizaje y la indagación emocional y vital en la interioridad del personaje han sido recurrencias constantes en las novelas de Almudena Grandes. Así pues, y con la excepción de Tellamaré Viernes, sin duda la mejor y menos popular de la autora, que está narrada en tercera persona y cuenta con un protagonista masculino, tanto en Las edades de Lulú como en Malena es un nombre de tango, obras de enorme difusión, la narración es conducida, de modo exclusivo, por la voz en primera persona de su protagonista femenina, que va alternando la visión personal de su aprendizaje sentimental desde la infancia con la confesión de sus pasiones ilusionadas y su lucha
Crear PDF de este artículo. Una de las paradojas de la sociedad actual es cómo se refuerza el sentimiento de pertenencia local y a la vez, con el proceso de globalización, se contraen el tiempo y el espacio. Cada ciudad o región reafirma su identidad y sus atributos diferenciales, pero los localismos no pueden conducir al aislamiento y cada ciudad tiene que mirar fuera de sí misma si no quiere quedar al margen en el juego de competencia. Comprender cómo se combinan estos dos extremos en la vida cotidiana de los ciudadanos y evaluar las alternativas en el desarrollo de las ciudades es uno de los principales retos de la política urbana. Primero fue la globalidad; la percepción de que
Crear PDF de este artículo.A lo largo de este siglo, el lenguaje humano ha seducido irresistiblemente a filósofos, psicólogos y antropólogos. En estos últimos años algunos biólogos se han dejado cautivar por el tema y han iniciado su acoso. En contraste con aquellos enfoques, el de la biología dispone de un marco teórico, el darwinismo y su teorema de la selección natural, donde pueden explicarse con éxito en bastantes casos los problemas que suscitan las funciones y las estructuras de los seres vivos. Otra cosa sucede con el comportamiento humano y, en particular, con las facultades mentales, entre las que se puede incluir el lenguaje. Terrence Deacon, un biólogo de Harvard experto en neurofisiología, estrenó sus primeras armas científicas con
Crear PDF de este artículo. La levedad del ser acaso sea insoportable, pero es, en parte, un elemento fundante de la experiencia cotidiana de la vida; o es, sin más, la propia vida. Sin duda así ha de parecérselo a los lectores de Juan José Millás. Seguro que por buenas razones. ¿Alguien ve su imagen proyectada en estos personajes?, ¿son los lectores de Juan José Millás como los protagonistas de sus novelas?, es decir, ¿sufrieron aquellas crisis de la adolescencia que los arrojaron a un mundo escindido entre el ser y el debe ser?, ¿se asustan de su propia imaginación? Acto primero: «Algunas noches, al meterme en la cama, intentaba imaginar un mundo sin palabras». Acto segundo: «Si me dormía
Crear PDF de este artículo. Como ya se ha señalado abundantemente, una de las relativas sorpresas que nos ha deparado el final del siglo XX es el vigoroso resurgir de la conciencia religiosa. Sabemos mucho y estamos convencidos de demasiado poco, decía Thomas Stearns Eliot (1888-1965) hace exactamente ochenta años, cuando –a pesar de la carnicería de la Gran Guerra– todavía se mantenía con no demasiadas fisuras la fe en un progreso indefinido, y se consideraba la religión como una reluctante huella de la infancia del género humano. El siglo del positivismo todavía estaba a la vuelta de la esquina. Y, sin embargo, ya en 1912 Émile Durkheim había subrayado en Las formas elementales de la vida religiosa, un libro
Crear PDF de este artículo. Después de su polémica La libertad traicionada, donde Azaña aparecía bajo luces poco favorecedoras en compañía de otros seis intelectuales de la época, José María Marco recobra, ahora en solitario, al presidente de la II República, un personaje que al mismo tiempo le fascina y le repele, para trazar una biografía que pretende fundir lo privado y lo público –a menudo más incluso: explicar su comportamiento político a partir de sus frustraciones particulares– para alcanzar un retrato total de un individuo complejo, genial a veces, brillante siempre (Marco no le regatea elogios en el plano intelectual), pero al mismo tiempo atormentado, insolente, pendenciero, soberbio, desdeñoso… No se trata de nada nuevo, dicho sea en su
Crear PDF de este artículo. Cuando estuve hace meses en Santa Fe de Bogotá, al cabo de pocos días le comenté a los amigos que las agencias turísticas de la ciudad se estaban perdiendo un pingüe negocio: el de los trancones, como llaman allí a los embotellamientos del tráfico. Cualquier agencia con visión del negocio podría ofrecer a los turistas una gira titulada «No se pierda el trancón de la Carrera Séptima a la 1 p.m.». Durante esa gira, en autobuses climatizados y con canapés y buenos tragos, el turista tendría ocasión de conocer, a velocidad de caracol suizo del cantón de Berna, el centro de la ciudad; y cuando el tránsito dejase de reptar centímetro a centímetro, desde el
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