La vida como mudanza
Doris Lessing siempre se encuentra a años luz de distancia de cualquier intento de encasillamiento crítico o de predicción sobre la dirección que tomará su próxima obra. Su propia actitud ante la crítica es famosa por estar cargada de ironía, y no iba a ser menos en su autobiografía, en la que nos advierte a los comentaristas que nuestra función debe ser la de «sopesar, equilibrar, pensar, considerar, y no dejarnos llevar por los sentimientos». Bien, intentaré obedecer a la señora Lessing. Dentro de mí (1994), primer volumen de su autobiografía, terminaba en 1949, cuando la incipiente escritora de treinta años daba un portazo a su pasado en Rodesia y, dejando atrás dos matrimonios rotos y dos hijos, se lanzaba