Ínsula extraña. Una anatomía del Brexit
De entre los acontecimientos geopolíticos más recientes, el Brexit y la victoria de Donald Trump parecen guardar una correspondencia especialmente estrecha con un Zeitgeist marcado –según es convicción común? por el llamado «momento populista», con sus resistencias a la globalización y esas apelaciones emotivas propias de la célebre posverdad. Incluso, en guiño a ese mismo espíritu de los tiempos, ambos resultados electorales comparten una condición de «cisne negro» ya convertida en lugar común. Acaso opacado por la presidencia del magnate neoyorquino, el éxito del Leave! en Gran Bretaña sigue siendo uno de esos raros acontecimientos que, al mismo tiempo que reordenan el mundo, llevan la política internacional a una cercanía insospechada. Así, si España es de los países más expuestos a cualquier riesgo generado por el Brexit en términos de economía, soberanía (Gibraltar) o libre circulación, las incertidumbres alcanzan a la propia Gran Bretaña ?quinta economía del mundo?, al futuro del proyecto europeo y, por supuesto, a la propia redacción de un acuerdo de salida y un acuerdo de nuevas relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea.