
¿Moribunda Europa?
En la aciaga noche del 7 al 8 de mayo de 2010, en pleno estallido de la crisis financiera, Angela Merkel y Peer Steinbrück se opusieron en la cumbre de París a que, desde la Unión Europea, se adoptase una actuación conjunta de los Estados miembros, tal como reclamaban Nicolas Sarkozy y Jean-Claude Juncker. Al no ser posible, lo sucedido después (entre 2011 y 2013) no ha hecho sino acentuar el presagio de los agoreros –los euroescépticos–, quienes adelantaron el réquiem inevitable del proyecto constitucional de Europa gestado en torno al euro.