
En la isla del Snark
Lewis Carroll publicó el poema The Hunting of the Snark (traducido, en la preciosa edición bilingüe de Nórdica que nos ocupa, como La caza del Carualo) cinco años después de A través del espejo y, del mismo modo que los dos libros de Alicia tenían un destinatario infantil, la pequeña Alice Liddell, el poema estaba dedicado a Gertrude Chataway, una niña de ocho años a quien Carroll conoció en una playa de la isla de Wight. El público que tenía en mente su autor era, por tanto, preferentemente infantil, e incluso en sus primeras ediciones iba acompañado de un panfletito religioso dirigido a los niños (pringoso de almíbar victoriano, excepto por cinco límpidas líneas llenas de una nostalgia adulta de la infancia que sólo podría incomodar a un niño) en el que afirma que sus libros son «historias de diversión inocente y sana».