
Sueños de una China diferente
En noviembre de 2012, el recién elegido máximo dirigente de China, Xi Jinping, pidió a sus compatriotas que contribuyeran a hacer realidad un «sueño chino» de rejuvenecimiento nacional. En los meses transcurridos desde entonces, su alocución se ha visto como indicativa de la forma de pensar de los nuevos mandatarios, especialmente si se tiene en cuenta que Xi ha practicado una política de enérgica defensa de las reivindicaciones territoriales y ha emplazado a Estados Unidos a explorar «un nuevo tipo de relación entre grandes potencias». Estas acciones, impensables hace una década, cuando China era aún un actor global mucho más pequeño y mucho menos importante, constituían una prueba de que Xi estaba decidido a hacer realidad su sueño.