No sé qué piensa Xi Jinping de sí mismo, no estoy en su cabeza. En la mía, sin embargo, se destaca cada vez más como un nacionalista irredento a fuer de comunista. Pero ¿no es Xi, ante todo, el secretario general del PCC? Su cargo de presidente de la República Popular no se debe a la elección de sus conciudadanos sino a su designación por los órganos de su partido. Formalmente fue elegido por el Congreso Nacional del Pueblo, pero a esa corporación que dice representar al pueblo chino sólo concurren miembros del partido. Su legitimidad popular es de cartón piedra. Bajo la actual constitución, Xi o quienquiera que pudiese sustituirle es y será, pues, una criatura del partido: comunista