
Homo lupus versus Homo beatus
El comportamiento altruista y el destino de los genes que lo promueven ha sido objeto de intensos debates desde que Darwin enunciara su interpretación de la evolución de las especies. El problema reside en que el comportamiento altruista implica una disminución de las probabilidades de reproducirse y, por tanto, de transmitir los genes que lo propician; en consecuencia, dichos genes deberían haber desaparecido a impulsos de la propia selección evolutiva. Los avatares del problema y su solución han sido objeto de un acertado y muy profesional ensayo en estas mismas páginas. Básicamente, la interpretación actual de la selección de comportamientos sociales se resume en la llamada regla de Hamilton, según la cual un gen que promueve una determinada actividad social o comportamiento será seleccionado en función de tres factores: 1) el grado de parentesco entre el actor y el perceptor del comportamiento; 2) el efecto en la probabilidad de tener descendencia por parte del actor; y 3) la probabilidad de tener descendencia por parte del perceptor. Un ejemplo clásico de comportamiento altruista es el del joven que salva a un niño en un incendio al precio de perecer él mismo.