
Napoleón y la estela bonapartista: el espadón como modelo político
Si hay un mito que define y caracteriza la entrada en lo que convencionalmente los historiadores denominamos época contemporánea, ese mito sin lugar a dudas es el de Napoleón. A pesar de ello o quizá por eso mismo, todo lo relacionado con el corso se presta a la controversia, empezando incluso por la nomenclatura o modo de referirnos a él. Como recuerda el autor de este libro, un joven investigador para mí desconocido, Alberto Cañas, «no era lo mismo hacerlo como “Buonaparte”, como “Bonaparte”, como “Napoleón” o simplemente como “el Emperador”». Esta última forma expresaba reconocimiento de su dignidad, aunque sin pasión, pero utilizar solo su apellido denotaba una intención ofensiva, en particular si se usaba la forma italiana, en