Desarraigo y violencia
Las repercusiones de la guerra de Angola en la vida portuguesa es uno de los temas recurrentes en la obra de António Lobo Antunes (Lisboa, 1942), como se pone de manifiesto una vez más en su novela Mi nombre es legión. La cita evangélica que le da título y en la que el diablo se autodenomina con un apelativo que tiene una connotación militar, le sirve al escritor para enmarcar una situación de violencia y marginación, donde los protagonistas proceden, en su mayor parte, de uno de los continentes más depauperados del planeta. La Lisboa que retrata Lobo Antunes es la de los barrios periféricos, donde se acumulan las basuras y, luego veremos, también los cadáveres. Desde el informe policial