Conversación con Christina Rosenvinge: «El gran enemigo es la autocomplacencia»
- Por Patricio Pron
La batuta sí importa
- Por Luis Gago
Parece mentira, pero hay personas que también van a la ópera a divertirse. No a pensar, ni a sufrir, ni a ser…
Los inmóviles
- Por Martín Schifino
En el comienzo de La Chunga, una obra ambientada enteramente en un bar de mala muerte, cuatro jugadores de dados interrumpen una partida…
¿Dónde están los intelectuales?
- Por Álvaro Delgado-Gal
¿Dónde están los intelectuales? Esta pregunta se ha hecho frecuente en tertulias y diarios, y más que una pregunta, es una interpelación.…
¿Y por qué no Singapur?
- Por Julio Aramberri
«Así que este adefesio es el famoso sireleón (Merlion). ¿Y los de aquí piensan que esto pueda rivalizar con el Colleoni de…
Momentos críticos
- Por Martín Schifino
En junio de 2012, ocho actores españoles, dirigidos por el inglés Dan Jemmett, firmaron contrato con el Teatro de La Abadía para…
Tet
- Por Julio Aramberri
La mayoría de la gente de mi edad oyó por primera vez la palabra Tet en 1968. Si 1963 fue un annus mirabilis,…
Un perfecto europeo.
De la ópera a la novela
- Por Ramón del Castillo
Por lo visto, el libro de Peter Stephan Jungk es un libro sobre Disney. Desde luego, no lo vamos a negar. Quien…
El perfecto neocón
- Por Ramón González Férriz
Walt Disney estaba convencido de que, después de muerto, su nombre dejaría de identificarse con él –un ser humano con sus sueños,…
Confesiones del comisario tibetano
- Por Julio Aramberri
A los pocos días del banquete del Día del Profesor, vuelvo a encontrarme con el comisario político que me había declarado su…
El amor virtual, o la extraña historia de Mati T’eo y Lennay Kekua
- Por Javier Rupérez
El chico, de solida cuadratura corporal, rostro inevitablemente aniñado –apenas ha cumplido los veinte años– y rasgos orientales –es de Hawái y…
Autonomías: y ahora, ¿qué?
- Por Roberto L. Blanco Valdés
Uno de los varios efectos colaterales que está teniendo la grave crisis política que atraviesa España desde hace más de un lustro…