Velos de ignorancia (I)
Aunque ya se ha hablado mucho sobre el tema, siempre hay algo más por decir: la controversia pública sobre la prohibición del llamado burkini en algunas localidades costeras francesas, revertida posteriormente por el Consejo de Estado del país vecino, no remite a un problema que vaya a desaparecer de un día para otro. Máxime cuando la propia CDU alemana que lidera Angela Merkel ha insinuado la posibilidad de prohibir el burka, severo hermano mayor de su derivación marítima, en los espacios públicos; la misma CDU que acaba de verse superada por el partido antiinmigración Alternativa por Alemania en unas elecciones regionales de rango menor pero indudable repercusión simbólica: sobre todo a ojos de unos medios ávidos de novedades «sensacionales».