
¿Monopolio o democracia?
La pregunta que titula la entrada de esta semana no es nueva. Tampoco es complicada en la disyuntiva que plantea o en la generalidad con que está enunciada. Cuando un agente social, ya sea con armas o con maquinaria, se alza con demasiado poder y consigue mantenerlo por algún tiempo sin que sea neutralizado, el resultado suele ser la subyugación y explotación de muchos otros seres humanos.