¿Por qué fracasan algunas buenas ideas? (II)
En la pasada entrada de Una Buena Sociedad argumentamos que los planes de pensiones privados, especialmente los promovidos por las empresas para sus trabajadores son una buena idea que a veces fracasa. En ella se mostraba el vivísimo contraste que estos esquemas previsionales (ahorro fiscalmente calificado para la jubilación) presentan en los EE. UU. o Canadá frente a los existentes en la mayoría de los países de América Central y del Sur. También en Europa, con numerosos matices, no obstante, se da este contraste en el peso de los esquemas complementarios de pensiones tienen en los países del norte y los del sur.