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Vampiros clásicos

Los muertos cabalgan deprisa. Los dos poemas clásicos alemanes que dieron origen a la literatura gótica y de vampiros

Gottfried August Bürger y Johann Wolfgang von Goethe

Madrid, La Oficina de Arte y Ediciones, 2015

Trad. de Helena Cortés Gabaudan

72 pp. 15 €

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Desde la aparición triunfal del libro digital, de la autoedición y las bibliotecas en Internet se nos va anunciando con hermosa regularidad la extinción del libro impreso. Pero si bien con la crisis económica del 2007 cerraron editoriales, desaparecieron colecciones de libros de calidad y la publicación de libros digitales se cuadruplicó, en 2013 se publicaron en España 92.824 títulos nuevos o reeditados en papel (frente a 20.402 libros para soporte electrónico). Una cifra que indica, en contra del lúgubre vaticinio de estudiosos, editores y periodistas sobre el final de la era del libro impreso, que éste defiende su puesto, incluso con considerable dignad.

Lo más curioso de todo es que la pasión por la literatura con mayúsculas y el libro como objeto de coleccionista no parece haber disminuido. Justamente durante la crisis, o poco antes, surgieron una serie de nuevas editoriales pequeñas, entregadas a la literatura de calidad y la edición con gusto y buen oficio. Muchas de ellas son empresas unipersonales –o algo más–, y no pocas operan desde provincias. La editorial que publica el lujo de libro que nos ocupa, La Oficina de Arte y Ediciones, es una de ellas. Porque de un lujo se trata en todos los sentidos: una edición bilingüe de dos baladas alemanas vampíricas del siglo XVIII con metro y rima, impresas en blanco sobre negro los originales, y, enfrente, en negro sobre blanco, la versión castellana; todo ello entre dos tapas duras de un muy tétrico azabache del que resaltan como llamas unas letras en color  rojo fucsia.

Las señas de identidad de esta editorial son el envoltorio elegante y un catálogo de títulos de gourmet, en el que se mezclan pensamiento, literatura y artes plásticas: Sófocles, Heidegger, Pound, Eliot, Hölderlin, De Kooning, Derrida, etc. También en Los muertos cabalgan deprisa destacan la sobriedad del diseño gráfico, la nobleza del papel y la belleza de las ilustraciones de época. A eso se suma la excelente traducción de Helena Cortés y su pertinente estudio sobre los dos textos de Bürger y Goethe que aquí, de repente, revelan su coincidencia temática y su divergencia hermenéutica. La experta en literatura clásica alemana (traductora y catedrática en la Universidad de Vigo) ha conseguido trasladar solventemente el estricto esquema rítmico de las baladas con una adecuada correspondencia métrica en castellano, que además logra rimar. En su detallado epílogo rastrea los antecedentes históricos de la literatura gótica-vampírica y sigue las huellas de Leonora y La novia de Corinto en el Frankenstein de Mary Shelley, por los poemas de Baudelaire o el Drácula de Bram Stoker. Hasta en el Cuento de Navidad de Dickens ha descubierto alusiones a la veloz cabalgata nocturna del soldado prusiano que vuelve de la guerra para llevarse a su amada Leonora a un frío lecho nupcial en el cementerio.

A Gottfried August Bürger se le recuerda hoy sólo como autor de las exorbitantes Aventuras del Barón de Münchhausen. Sin embargo, era uno de los más exitosos poetas de la época del Sturm und Drang, y sus baladas se citaban con deleitosos escalofríos tanto en los salones burgueses de Viena y Berlín como en los de París, Londres o Nueva York. Una superstición popular de las zonas rurales más atrasadas de Europa como la de los vampiros le venía como dedo al anillo a Bürger, con su gusto por lo truculento y su talento para el pastiche. Si sus versos de sabor callejero, de imágenes lascivas y metáforas gruesas, encontraban acomodo en los hogares de los alemanes cultos, era porque respondía oportunamente al llamamiento de crear una literatura popular alemana por parte de renovadores como Johann Gottfried Herder. Nunca, sin embargo, halló la aprobación de los círculos intelectuales, especialmente el de Schiller y Goethe, que le dedicaron demoledoras críticas en su revista Las horas.  

Y se comprende perfectamente el porqué al leer los comedidos y didácticos versos de La novia de Corinto (publicado en el mismo año 1797 que Leonora ), la historia del novio pagano que va a buscar a su prometida cristiana que se reúne con él secretamente en un banquete sanguíneo de medianoche, ya que Goethe introduce el motivo vampírico de pasada, puesto que se centra en el conflicto religioso. Igual que en Fausto, Goethe polemiza aquí con la primacía de la religión sobre la vida. Se sirve para ello de una leyenda griega antigua en la que la obcecación religiosa de la madre sacrifica la felicidad de la hija: su voto condena a la muchacha al convento, donde la hija muere de desdicha. Es su alma en pena la que reclama al novio –cuando él acude a esposarla– y se lo lleva a la tumba. Goethe, como hombre ilustrado y vitalista, aborrecía precisamente del culto del cementerio y de la muerte que profesaba el Romanticismo negro. En su versión de la leyenda, argumenta a favor de la sensualidad vital de la cultura griega, representada por la novia. Utiliza el elemento fantasmagórico sólo como accesorio trascendental, como prueba de la pervivencia de los dioses antiguos.

No obstante, éste fue decisivo para la recepción renovada en Francia de su sutil balada antirreligiosa a finales del siglo XIX por parte de los simbolistas y modernistas, y contribuyó no poco a reanimar la pasión vampírica del momento. Desde allí contaminó al imaginario del Drácula de Bram Stoker, que a su vez determinará el vocabulario metafórico del cine: empezando por el Nosferatu de Murnau hasta las Cincuenta sombras de Grey. Todos se remontan a dos clásicos alemanes: Gottfried August Bürger y Johann Wolfgang von Goethe. 

Cecilia Dreymüller es crítica literaria, traductora y escritora. Es autora de Incisiones. Panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945 (Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2008) y ha editado y cotraducido Confluencias. Antología de la mejor narrativa alemana actual (Barcelona, Alpha Decay, 2014).

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Ficha técnica

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