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Sherman Alexie

Blues de la reserva

SHERMAN ALEXIE

Muchnik, Barcelona, 1995

Trad. de Llordi Arbones

La pelea celestial del Llanero Solitario y Toro

SHERMAN ALEXIE

Muchnik, Barcelona, 1994

Trad. de Marco Aurelio Galmarini

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Tuve la oportunidad de escuchar a Sherman Creador-de-HistoriasIndias Alexie en la reciente gira de promoción de sus dos libros publicados en España sin retraso, La pelea celestial del Llanero Solitario y Toro (Muchnik, 1994) y Blues de la reserva (Muchnik, 1995). También tuve la oportunidad de comprobar que su voz es poderosamente imaginativa y actual tanto en su resonancia hablada como en los mundos escritos creados por ella. Sólo su aspecto, hombre joven, alto, de piel oscura y pelo cuidado largo, se aleja del prototipo de norteamericano blanco convencional, y esto ya desde un primer momento le separa e inmuniza de ciertos prejuicios raciales y hace que el oyente y potencial lector se torne aún más receptivo. Funciona. Su tarjeta de presentación, una autobiografía mitad vivida, mitad creada, ya presagia un estilo de voz real inseparable de la ficticia que compone las distintas voces que habitan la reserva india de Spokane, también lugar real y recreado, escenario de su historia/as.

Y es en este territorio fronterizo donde tiene lugar la ceremonia de confusión de dos culturas representada en el estar de sus protagonistas, con nombres tan sugerentes como Thomas Enciende-el Fuego o Julius Hacedor-de-Viento, todos ellos inmersos tanto en el mundo del baloncesto y de las drogas como en el de los sueños tribales de una historia colectiva indígena. El resultado es un mestizaje nuevo, con resonancias de aquí y de allá. Y si en La pelea del Llanero Solitario y Toro estos dos mundos se representan en las voces de los habitantes en la reserva, es decir, en lo que parece a priori su mundo políticamente correcto, en Blues de la reserva estos mismos personajes traspasan la frontera y prueban el otro lado que también los constituye. Es un viaje a ninguna parte, un on the road indio de los Coyote Springs, cinco jóvenes adictos al blues. Y aunque la suerte musical les es adversa, este viaje iniciático les enseña que un indio fuera de la reserva es indio muerto. Tampoco aquí la tan manida asimilación funciona: los Coyote Springs son apátridas en todos los sentidos, la con-fusión les convierte en extraterrestres.

Y es precisamente esta mezcolanza de voces dentro de una voz, de formas de diversos mundos lo que atrae de la ficción de Alexie, lo que sorprende por su novedad y acierto: el reconocer a Jimi Hendrix, al Llanero Solitario, al blues junto a la tradición indígena, la mística de la naturaleza o la huida a través de los sueños; el presentar un acta de un juicio o un diario de la tradición más puritana junto a pasajes que parecen sacados de un libro de historias indígenas llenas de magia. Y en un lenguaje directo que no necesita de circunvalaciones para inscribirse en una cultura –sin más– contemporánea, capaz de ser reconocida sin tener que recurrir a etiquetas étnicas. Es estética cultural contemporánea, un reconocimiento –políticamente sutil– por parte del autor de la necesidad de poseer el medio de representación que lo domina para ser parte de él. Es de agradecer que por fin nos llegue la versión articulada del «haow!, yo arrancar cabelleras blancas» del Oeste hollywoodense de cartón piedra.

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Ficha técnica

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