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La vivisección del "homo economicus"

Egonomics. Análisis de la interacción entre la racionalidad, emoción, preferencias y normas sociales en la economía de la acción individuales y sus desviaciones

JON ELSTER

Trad. de Irene Cudich

Precedido del relato autobiográfico "Going to Chicago"

Gedisa, Barcelona, 1997

214 págs.

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El pianista Count Basie compuso Going to Chicago Blues para quien era el vocalista de su Big Band durante los años treinta en Kansas City: Jimmy Rushing, un shouter de sostenido y poderoso alarido, que precisamente habría de inspirar veinte años después a los inventores del blues de Chicago como Howling Wolf o Muddy Waters. Pero mi versión preferida del Going to Chicago es la que Count Basie realizó en los años cincuenta con Joe Williams de bluesman y Lambert, Hendrics & Ross haciendo los coros vocales. Impresionante.

El calor emotivo del blues hacía esperar que Jon Elster se hubiera decidido a confesarse, ya que había elegido para su conato de autobiografía intelectual un título tan explícito como ése. Pero sin embargo no es así. Haciendo honor a la frialdad escandinava y no sé si también luterana, el noruego ha optado por una gélida relación de los lugares y autores con quienes se ha ido relacionando hasta recalar y aposentarse en la sede actual del imperialismo neoclásico: la Universidad de Chicago, donde se concentra la mayor densidad economicista de cerebros neoliberales. Pero nada se nos dice del trasfondo intelectual y político que hay detrás de semejante peregrinación, en cierta medida análoga a la de San Pablo camino de Damasco: ¿qué rayos obligaron a Elster a caerse del caballo, abandonar su comprometido marxismo y convertirse al dogma del homo economicus que impera en Chicago?

Por lo demás, su autorretrato se limita a ser el frontispicio académico que abre su último libro, de título extraordinariamente feliz (que en la versión española, inexplicablemente, no ha sido traducido al castellano). Ahí es nada, el intento de hacer una Egonomía (o economía del ego) edificada sobre los microfundamentos del comportamiento humano que han popularizado las grandes estrellas de la Escuela de Chicago (los Gary Becker, James Coleman, etc.), con sus teorías de la elección racional. Sin embargo, el resultado ofrecido es ciertamente frustrante, al menos para los lectores habituados a Elster, pues en este último libro no hay nada que no figurase antes en muchos de sus libros previos, fuera de ciertos avances y desarrollos en sus ya conocidas líneas de investigación sobre los dilemas de la racionalidad.

Como se sabe, la originalidad del Elster actual, una vez olvidado o al menos eclipsado su anterior marxismo analítico, es su intento de identificar las magnitudes paramétricas que permiten explicar el comportamiento humano. Y nuestro autor propone tres dimensiones: la racionalidad autodeterminada, entendida al estilo homo economicus vigente en Chicago; las normas sociales, concebidas como los parámetros heterónomos que condicionan los hábitos o las decisiones personales; y las emociones endógenas, irreductibles al cálculo racional y sólo difícilmente domesticadas por la disciplina normativa o el autocontrol personal. Así, como el propio Elster reconoce (págs. 37-38 y 99, por ejemplo), su antropología recuerda mucho a la de Freud: el ego, el super ego y el id. Pero"también aparece implícito un modelo triádico como el de Weber, donde la racionalidad está limitada tanto por la tradición (las normas sociales) como por el carisma (los valores y las convicciones que se imponen compulsivamente).

Pues bien, todo el libro de Elster se dedica a desmenuzar y descomponer analíticamente estas tres dimensiones: especialmente la racional y mucho menos la normativa o emocional, que sólo se contemplan tangencialmente, en la medida en que distorsionen los cálculos racionales. Todo con la ambición de proporcionar el repertorio de mecanismos que articulan la estructura formal del comportamiento humano. Pero sin embargo, para hacer honor al título del libro, se echa en falta lo esencial, que serían las poleas, que serían las poleas, cadenas o correas de transimisión que comunican y vinculan entre sí a tales mecanismos. Quiero decir que el análisis de los microfundamentos de la conducta nunca se ve completado por síintesis …

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Ficha técnica

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