Birds of America puede traducirse al castellano, obviamente, como Pájaros de América, pero también, y resulta significativo dado el contenido temático del libro, como Chicas de América. En lenguaje coloquial, esos birds pueden sobreentenderse como girls. Y en efecto, casi todos los cuentos de este volumen se refieren a mujeres que, en un momento dado, tratan de volar con las alas rotas o que, cuando intentan emprender el vuelo, comprenden que jamás han tenido alas. Los doce relatos que lo forman son relatos duros, incluso ásperos, casi ensimismados, de un tono aparentemente coloquial que roza la oralidad, pero de una dimensión moral profunda. El lenguaje empleado por Lorrie Moore es de fácil acceso. No se puede decir lo mismo de la visión o concepción del mundo que subyace a esa simulada sencillez, de un tremendo pesimismo que apenas deja fisuras por las que salir a respirar.
Los personajes de Pájaros de América, presentados en su mayoría mediante una eficaz tercera persona, se enfrentan a la desesperación de un golpe desgraciado del destino que quiebra su ya de por sí poco estimulante cotidianidad. La madre que recibe como un hachazo en el corazón la noticia de que su bebé sufre un cáncer de pronóstico imprevisible, la mujer que por accidente deja caer al hijito de una amiga con tan mala fortuna que el niño muere, la soledad de una mujer que hace un viaje con su madre para superar miedos ancestrales y fracasa, la esposa que se enfrenta a las irrefrenables y eternas infidelidades del marido…
El panorama que presentan los cuentos de Pájaros de América es realmente siniestro. Ahora bien, el riesgo de caer en el tono melodramático, que sin duda corría una narrativa dedicada a navegar por las más hondas miserias del ser humano, se evita con un contenido empleo del sentido del humor, que siempre llega a tiempo para ridiculizar lo que está a punto de convertirse en un elemento fácilmente lacrimógeno.
