Buscar

El triunfo del feminismo

Cómo ser mujer

Caitlin Moran

Barcelona, Anagrama, 2013

Trad. de Marta Salís

360 pp. 19,90 €

image_pdfCrear PDF de este artículo.

Si a usted, ya sea mujer u hombre, le interesan las tribulaciones de una adolescente con ocasión de su menarquía, sus preferencias a la hora de elegir el rasurado más elegante de su vello púbico, los pueriles ejercicios metafóricos de denominación de sus órganos genitales, el despertar de su conciencia feminista gracias a la sugerente invitación de Germaine Greer a beber la propia sangre menstrual, la autopercepción y ulterior liberación de una obesidad mórbida, el encontronazo en el ambiente laboral con un machismo latente, la primera aventura amorosa fallida y el casi inevitable período posterior de promiscuidad sexual que concluye en matrimonio, el trauma de un mal parto con su atroz carga de dolor y las sensaciones beatíficas que, en cambio, procura un alumbramiento fácil, o el proceso de decidir abortar en menos tiempo del que se tarda en elegir la encimera de la cocina, sin duda también le interesará este libro.

Pero si este abigarrado inventario de ritos para iniciarse en la condición contemporánea de mujer no colma sus aspiraciones de observador atento del universo femenino, encontrará también aquí interludios cuidadosamente dosificados que se dedican a impugnar la evolución decreciente del tamaño de las bragas –incapaces, ¡ay!, de contener con la debida eficacia el volumen de los correspondientes antifonarios– y a vindicar los múltiples usos del sujetador; a censurar ese denigrante ámbito de maltrato femenino que es el club de striptease y a defender, en cambio, el mucho más refinado ambiente del cabaret; a reprobar el oneroso dispendio que suponen las ceremonias de boda y a encomiar la renuncia a esos incómodos, inútiles y dolorosos objetos de fijación fetichista que son los tacones altos; y a defender que, de Madonna a Lady Gaga, el pop es la vanguardia cultural del cambio social, aunque las celebridades femeninas no representen un canon aceptable de conducta femenina debido a la desquiciada cobertura que les dan los medios de comunicación.

La fórmula del cóctel que nos ofrece Moran en los capítulos de su libro es casi siempre la misma: alrededor de cuatro partes de anecdotario autobiográfico mezcladas, y a veces agitadas, con una quinta de reflexiones más bien triviales sobre las cuestiones que suelen preocupar al feminismo más circunspecto. Todo ello se hace en un tono desenfadado, jovial, deliberadamente frívolo; y se adereza con la imprescindible guinda que más conviene a esta escritura: continuas referencias a la mitología anglosajona del imaginario pop en sus múltiples epifanías (marcas y cadenas comerciales, éxitos musicales, programas de televisión, telefilmes y películas de cine) y una obsesiva atención a sus héroes y villanos más conspicuos. Como es fácil suponer, dados los antecedentes profesionales de la autora, que ha trabajado como periodista musical en varias publicaciones británicas del ramo y en un diario generalista, su dominio del campo es incontestable, y la fauna y flora del showbiz, por no decir su entero ecosistema, carecen de secretos para ella. Su registro es amplio, aunque la broma zafia predomina sobre la alusión sutil y el símil grotesco sobre la analogía bien meditada.

De hecho, la prosa de Moran no es exactamente sublime. Pero es fuerza reconocer que su pensamiento nunca se pierde en abisales profundidades conceptuales, ni se enreda en abstrusas construcciones discursivas («todo me parece más emocionante si lo haces subido a una silla», p. 85). Además, sus atrevidas propuestas teóricas descubren relaciones hasta ahora ignotas, a la vez que nos proporcionan nuevas e imaginativas claves para interpretar algunas de las grandes tendencias históricas que han dado forma al tiempo presente («como país, nuestro poder ha ido disminuyendo al mismo tiempo que nuestras bragas», p. 114; «quizá China esté convirtiéndose en una superpotencia económica porque sus mujeres no se pasan el día leyendo sobre el culo de Oprah Winfrey», p. 304). Por otra parte, la autora nunca desatiende el lado práctico de las cosas: a esos efectos, prodiga certeros consejos a las mujeres para que puedan desenvolverse con soltura en este azacaneado mundo que les ha tocado vivir («un lugar es culturalmente sano para la mujer cuando los gays empiezan a aparecer en él», p. 202).

Al parecer, muchos de sus lectores encuentran esas ocurrencias de una comicidad tan desternillante como irresistible y, en consecuencia, el libro ha cosechado un innegable éxito de público y crítica en el Reino Unido. No es para menos. Porque, de alguna manera, Moran sintoniza a la perfección con el espíritu del tiempo. Sobre una temática de rabiosa actualidad, teje con ritmo y agilidad una narrativa fragmentaria, pespunteada con argumentos líquidos, metáforas pedestres y un sinfín de referencias a la cultura del espectáculo y sus excrecencias mediáticasQue, por cierto, se nos hacen plenamente inteligibles a los no familiarizados con, por ejemplo, la programación televisiva británica de los últimos treinta años gracias a las muchas e imprescindibles notas a pie de página que debemos a la muy meritoria labor de la traductora.. Dotada de un plectro burlón, Moran hace todo eso con no poco atrevimiento y, sobre todo, con una voluntad inequívoca de provocar al feminismo más sesudo desde la absoluta banalidad de sus constantes comentarios mordaces y sus opiniones presuntamente escandalosas sobre… casi todo. Es cierto que, en ocasiones, da lanzadas a moro muerto, como cuando se empeña en defender la aceptabilidad de la infecundidad femenina (hoy sabemos que una gran cantidad de las mujeres de los países desarrollados va a terminar su vida sin hijos). Pero es claro que ni la finura analítica ni la precisión empírica son objetivos prioritarios de este libro.

Al cabo, y aunque aturdido por tanta trivialidad, el lector se percata de adónde apunta la artillería de Moran: una parte no desdeñable del variado arsenal de sus sarcasmos, invectivas, recriminaciones y regañinas van dirigidos no ya contra los hombres, sino contra las propias mujeres. ¿Quiere esto decir que la guerra de los sexos ha concluido para dejar paso a una especie de paz perpetua posmoderna entre hombres y mujeres? No necesariamente, o no del todo. Pero lo de verdad interesante es que la cuarta –¿o es ya la quinta?– ola del feminismo parece dar por hecho que el grueso de las llamadas desigualdades de género, así en la intimidad del ámbito doméstico como en los más visibles espacios de la esfera pública, bien han desaparecido de la escena, bien están a punto de hacerlo. El grueso del trabajo ya está hecho: en palabras de la autora, vivimos un interregno entre la emancipación femenina y el momento en que finalmente las mujeres alcanzarán la verdadera igualdad en la política, los negocios y el espectáculo. Por eso, lo que esta suerte de feminismo pop se propone, lejos del ataque virulento y el resentimiento contra el varón tan típicos de otras épocas, es ofrecer un manual de conducta que guíe los pasos femeninos a lo largo del ciclo vital y construya así una identidad respetable a los ojos del feminismo para estas mujeres que viven en un mundo pospatriarcal. Esta es, en efecto, la propuesta que, en clave desvergonzadamente antiacadémica, nos presenta el libro de Moran.

Miguel Requena es catedrático de Sociología en la UNED. Sus últimos libros son, con Juan Jesús González, de Tres décadas de cambio social en España (Madrid, Alianza, 2008); con David-Sven Reher, Las múltiples caras de la inmigración en España (Madrid, Alianza, 2009); y con Leire Salazar y Jonas Radl,  Estratificación social (Madrid, McGraw-Hill. 2013). Es también editor, entre otros, de Seguridad y conflictos : una perspectiva multidisciplinar (Madrid, Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, 2012) y La seguridad, un concepto amplio y dinámico (Madrid, Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, 2013).

image_pdfCrear PDF de este artículo.
Maquetación 1

Ficha técnica

5 '
0

Compartir

También de interés.

Bajo el imperio de las sombras (II)

Ahora que ya se han entregado los Oscar de la Academia de Hollywood y…

Campos de percepción

Ahora que está a punto de reestrenarse en nuestros cines La Lista de Schindler, controvertida…