Buscar

Condena en lugar de crítica

image_pdfCrear PDF de este artículo.

La revisión de mi libro Bienestar insuficiente, democracia incompleta. Sobre lo que no se habla en nuestro país por Luis M. Linde (LML) contiene tal número de tergiversaciones de mis posturas y falsedades, además de insultos personales, que sorprende su publicación en Revista de libros. Es, por otra parte, representativa de aquellos que responden a los argumentos y evidencia que cuestionan sus creencias con el insulto (yo o mis argumentos son referidos como «cómicos», «absurdos», «poco serios», «disparatados» y un largo etcétera), que niega cualquier posibilidad de debate. Su intención es la condena, concluyendo que mi libro (escrito según LML debido a mi «resentimiento») es «inaceptable». Tengo que admitir que en mis cuarenta años de vida académica en muchos países nunca había recibido tal tipo de revisión.

Por lo general, tal tipo de revisión no merece una respuesta. El respeto que me merecen los lectores de Revista de libros me motiva, sin embargo, a escribir esta carta con la intención de corregir algunas de las falsedades y tergiversaciones más notorias contenidas en aquella revisión.

La primera parte de su revisión la dedica a ridiculizar las dos tesis que erróneamente me atribuye. Una es que el subdesarrollo del Estado del Bienestar español es resultado de la transición y la otra es que, a pesar de que estamos ya en la democracia, la situación social no ha cambiado. Según él, yo creo que todo sigue igual. Ninguna de estas tesis, sin embargo, es mía. En el libro indico en varias ocasiones que la manera como se hizo la transición de la dictadura a la democracia (con gran dominio de las derechas en aquel proceso) fue un factor contribuyente,pero no determinante, de tal subdesarrollo. El factor determinante fue el golpe militar y la dictadura que estableció, lo cual es distinto a lo que LML me atribuye. LML está en profundo desacuerdo con tal tesis (mostrando que el crecimiento económico a partir de 1960 fue muy superior al promedio de Europa), pero tal desacuerdo no puede justificar su tergiversación de mi postura. Referente al supuesto éxito económico de la dictadura, LML ignora que un país pobre, por lo general, crece más rápidamente que un país rico. No es la tasa de crecimiento económico sino el nivel promedio de riqueza de un país, y sobre todo, el bienestar social de la población lo que debe considerarse en la evaluación de la dictadura. Comparando indicadores económicos y sociales de España con países que tuvieron igual nivel de riqueza y bienestar social en 1936, como es el caso de Italia, podemos ver que cuando el dictador murió, el nivel de riqueza y bienestar era mucho más bajo en nuestro país, mostrando el gran retraso económico, político y social que el golpe militar y la dictadura impusieron a España. En 1975 España tenía el gasto social más bajo de la Unión Europea (UE). LML cree que es difícil comparar países porque el valor de las monedas varía constantemente. Esta dificultad, sin embargo, puede resolverse utilizando indicadores como unidades de poder de compra per cápita que estandarizan el valor de la moneda según su capacidad de compra a través de varios países. Y utilizando tales indicadores puede verse el gran retraso que todavía tenemos en nuestro Estado del Bienestar. LML acepta la tesis de mi libro de que el Estado del Bienestar español está subdesarrollado, aceptando mis datos que prueban tal subdesarrollo, pero intenta relativizarlos señalando que el gasto en varios servicios del Estado del Bienestar como porcentaje del gasto público total es comparable a otros países, sin nunca aclarar, sin embargo, que tal gasto público total es uno de los más bajos de la UE-15. El gasto social público, como porcentaje del gasto público total, podría ser incluso mayor que el promedio de la UE y tener todavía un gasto público social (medido tanto como porcentaje del PIB o como gasto público per cápita) mucho menor que el promedio de la UE.

Otra tergiversación de mi postura es cuando abusivamente me atribuye la tesis de que nada ha cambiado (o muy poco). Falso. En mi libro subrayo que mucho se ha hecho en nuestro país durante la democracia corrigiendo el déficit social con Europa (y sobre todo durante los años de gobierno socialdemócrata), pero, debido al enorme retraso que la democracia heredó, consecuencia del franquismo, todavía queda mucho por hacer. En realidad, el gasto social público fue acercándose al promedio de la UE, alcanzando su máximo en 1994, cuando alcanzó un 24% del PIB, cuatro puntos por debajo del promedio europeo (28% del PIB). A partir de entonces, ha ido disminuyendo, alcanzando el 19,7% del PIB en 2002, con lo cual el déficit social con la UE-15 ha aumentado de nuevo puesto que el promedio europeo ha continuado alrededor de aquel 28%. Todos estos datos están en el libro que supuestamente niega que haya habido cambios. Este descenso no es sólo resultado de un crecimiento económico mayor, sino de un crecimiento de gasto social per cápita menor que el promedio europeo. LML ridiculiza también mi tesis y datos de que tal descenso del gasto público (como porcentaje del PIB) está afectando la calidad de vida de las clases populares, incluyendo su mortalidad. Desconoce con ello los trabajos de R. Wilkinson y otros que también han demostrado que el crecimiento de las desigualdades sociales y disminución del gasto público que ocurrió durante el gobierno Thatcher afectó la mortalidad de todos los grupos etarios (ralentizando la tasa de disminución de la mortalidad o incluso revertiéndola). Todos éstos son datos y tesis sobre los cuales puede haber desacuerdos legítimos con los que se podría establecer un debate productivo. LML, sin embargo, no intenta el debate sino que su objetivo, como dije antes, es el anatema y la prohibición. Todo ello rodeado de insultos.

Donde ello alcanza su cenit es en la segunda parte de su reseña (mejor definida como ataque). LML presenta como auténticamente «disparatadas» mis afirmaciones (en las secciones de mi libro en donde analizo la represión bajo el franquismo) de que éste fue responsable: a) de la muerte de 200.000 personas después de la guerra civil (documentado en el libro de Michael Richards Un tiempo de silencio); b) de violaciones de derechos humanos semejantes, cuando no superiores, a las ocurridas en las dictaduras argentina o chilena (documentado, entre otros textos, en el documental Los niños perdidos del franquismo de Ricard Vineys, Montse Armengou y Ricard Belis), y c) de miles de desaparecidos en el lado republicano (documentado, entre otros textos, en el libro Las fosasde Franco de Emilio Silva y Santiago Macías). LML, en su intento de probar lo «disparatado» de mis afirmaciones se refiere al trabajo de Javier Tusell, sin referirse nunca a mis críticas a tal trabajo (ver «Ideología en el estudio del pasado. Respuesta a Javier Tusell». Claves, 120). Sería de desear que Revista de libros fuera más exigente de sus críticos y equilibrado en la selección de éstos. La calidad de sus lectores así lo exige.

image_pdfCrear PDF de este artículo.

Ficha técnica

4 '
0

Compartir

También de interés.

Peligros religiosos

¿Existe Europa?

Cuando la fragmentada Europa decidió unirse comenzó una historia de éxitos que no han…